El flujo y el marco de juego del dibujo

por Suzanne Axelsson – Traducciòn de Simonetta Cittadini


Como educador que responde al juego, veo el dibujo de los niños con el mismo respeto que veo el juego de los niños. En el trabajo de juego existe la teoría del «ciclo de juego», donde la idea de jugar se manifiesta primero en la imaginación, luego se señala una señal de juego y se responde a ella, que evoluciona en un vaivén de señales y respuestas que se convierte en el flujo. Este flujo se encuentra dentro de un marco: un espacio físico / mental / emocional que rodea el flujo (por lo que no es un espacio fijo, sino que se mueve con el juego).

El flujo de la obra se puede interrumpir, aniquilar en el lenguaje de la obra de juego, si no se responde a la señal o se destruye el marco interrumpiendo ese flujo. Por ejemplo, un niño puede ver una pelota, tener la idea de jugar a atraparla, levantarla y hacer una señal a otro niño, a través de palabras o gestos, y lanzar la pelota a ese niño. Luego, este niño responde agarrando la pelota y envía una nueva señal cuando devuelve la pelota a la que el primer niño responde atrapándola. El flujo se crea a medida que la pelota se pasa de un lado a otro. El espacio en el que juegan los niños es su marco. Si un adulto (o un niño) se interpusiera en el medio de este marco / espacio, existe la posibilidad de una nueva señal o de que el flujo se arruine.

Como adultos que responden al juego, tenemos la responsabilidad de proteger el marco para permitir que el flujo de los niños continúe hasta que llegue a una conclusión natural, o se detenga para continuar más tarde u otro día. Podemos usar la misma teoría cuando los niños dibujan.

Un niño podría ver papel y lápiz e inspirarse para dibujar algo. Cogen el lápiz y empiezan a dibujar en el papel, el papel y el lápiz responden con la aparición de marcas. A veces, el lápiz y el papel no se comportan de la manera que un niño espera y, por lo tanto, envía una señal al niño, a la que el niño puede responder (o no). Se desarrolla un flujo entre el niño, la pluma y el papel.

Al igual que en el juego, este flujo se encuentra dentro de un marco. El flujo puede verse perturbado por un adulto (o un niño) sentado demasiado cerca, o al hacer preguntas sobre el dibujo o al mover los materiales. Nuestro papel es facilitar el flujo de los niños. Esto significa que debemos ser conscientes tanto del flujo como del marco, y también del flujo y el marco de todos los demás niños en el mismo espacio para que no provoquemos que el flujo decaiga prematuramente.

 

Este artículo forma parte del proyecto Grammar of Drawing sobre el lenguaje expresivo del dibujo, en una colaboración entre Suzanne Axelsson, Nona Orbach and Roberta Pucci.

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